Saturday, March 04, 2006

OTRO DIA.


Otro día

-Los recuerdos son los que nos aniquilan, los que nos van matando poco a poco. Ay, yo a veces creo que el paraíso está formado de olvido, de purito olvido.
-Si el paraíso estuviera formado de olvido, entonces ya podemos hablar del infierno hecho de memoria.
-Eso es: recordar es el infierno. Por eso cuando olvidamos, conocemos las dichas del paraíso, ¡no los avernos!
-Buen tema para un cuento. Tenemos el infierno formado de memoria y tenemos el paraíso de puro olvido.
-Sí, buen tema. Puede ser la historia de dos personas que han muerto.
-Dos personas que al morir deben ir donde les corresponde, y de acuerdo a sus actos en la tierra.
-Por cierto, estás tomando la concepción cristiana. Para mí, Cristo no es maravilloso por lo divino; es maravilloso por lo humano. Por eso me parece bien que el cuento llevara un matiz de su pensamiento. Entonces tendrían que ser los muertos, uno bueno y el otro malo.
-El bueno se va al cielo y olvida, y el malo se va al infierno y no puede dejar de recordar.
-¡Eso! El castigo es seguir recordando siempre, mantener intacta la memoria con sus errores infinitos. El castigo del infierno es no poder olvidar jamás de los jamases.
-En cambio, cuando el bueno llega al cielo alguien lo llama por su nombre, y contesta: "¿a quién llaman?", "¿quién es?", "yo no lo conozco"...
-¡Y es él mismo! ¡Qué divino! Olvidar incluso nuestro nombre. ¡Ay muchacho, sería el delirio total!
-Tendría que ser un cuento de realismo fantástico.
-Tendría que ser como el sueño del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, escrito con la misma gracia con que es narrada la lucha contra los molinos de viento... muchacho, ¿te parece si guardamos un minuto de silencio a la memoria de Cervantes?
-Está bien.
(Haga cuenta el lector que este paréntesis encierra un minuto de silencio)

-¡Ya estuvo!. Además creo que tendría que ser un cuento un tanto irónico, para divertir al lector, algo así como lo que escribió Bernard Shaw para su tumba.
-¿Qué decía?
-Hizo un dibujito en una piedra perdida en la maleza y allí escribió su epitafio: "Aquí yace Sir George Bernard Shaw. ¿Quién demonios era?"


FUENTE: Archivo Artes e Historia-México
© Waldemar Verdugo Fuentes.